domingo, 8 de marzo de 2015

Las mujeres y la paz

El Día Internacional de la Mujer, conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona. En 1977, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó el 8 de marzo como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.

Me gustó lo que escribió en el diario Haaretz de hoy Saviona Rotlevy,  ex – jueza y militante en el movimiento "Mujeres hacen la paz" (Women Wage Peace)
El precio de la ausencia de mujeres
 Haaretz 9/3/15

Desde la guerra "Margen Protector" tengo ante mí la imagen de la famosa pintura "Eclipse" del artista alemán George Grosz, que expresa sarcásticamente y con dureza su opinión sobre la República de Weimar.  La pintura expresa con claridad la relación entre capital y poder,  la influencia de la industria de las armas sobre las decisiones políticas, el rol de la religión, la ceguera de los ciudadanos simples atiborrados de desinformación y la indiferencia de los gobiernos ante la protesta y el destino de la gente.
La pintura presenta la mesa de los  que toman las decisiones. En el centro del cuadro se encuentran dos  imágenes de personas grandes en cuerpo y en poder.
 Quien se encuentra en el puesto más importante viste uniforme y luce condecoraciones, se lo ve ufano y satisfecho. Sobre su cabeza la corona de la victoria.  Delante suyo la cruz y la espada.  La espada sangrienta apunta hacia el grupo de empleados sin cabeza, vestidos con trajes idénticos que tienen por delante hojas vacías.  ¿Acaso el objetivo de la espada dirigida hacia ellos es asustarlos cuando deben aconsejar a su líder? O acaso simboliza la finalización de un "operativo" o una "guerra" que ellos deberían autorizar "post-facto"?
La segunda imagen importante es la del principal consejero del líder, que le susurra al oído. En sus manos lleva armas que atestiguan acerca de sus intenciones, las cuales son expresadas con exactitud a través del símbolo del dólar, en el centro del sol que se encuentra en la parte superior del cuadro y que es el que provoca el eclipse.
Sobre la mesa se encuentra un burro con los ojos tapados y ante él comida en forma de papeles vacíos. El burro, que representa al pueblo, no debe ver a los que están sentados alrededor de la mesa y tampoco el incendio de afuera. Su alimento es la "información" que le es dada
directamente o a través de un periódico no objetivo. El burro tampoco pude ver a  la calavera y a la mujer de cara asustada que se encuentran bajo la mesa. Si sólo se adelantara  unos pasos, también el caería al precipicio en el que ellas están.
Este cuadro fue pintado en Alemania hace unos 90 años. ¿Acaso sólo a mí me parece que es muy relevante hoy en día? Se lo he mostrado a mi nieto de nueve años que me describió exactamente lo que yo había visto, excepto un detalle del que no se percató– la ausencia de mujeres alrededor de la mesa de toma de decisiones. Si un niño de nueve años puede percibir el militarismo, la indiferencia ante el destino del pueblo sufriente, las decisiones tomadas sin raciocinio y sin corazón – ¿cómo puede ser que alrededor nuestro haya tantos "ciegos" incapaces de reconocer nuestra situación? ¿Por qué nosotros y nosotras seguimos dando nuestro apoyo y nuestra voz a la continuidad de las guerras, incluso cuando no son guerras de defensa sino guerras motivadas en parte por ideas fijas y razones ajenas?  ¿Por qué seguimos apoyando el tapado de bocas y de ojos y permitimos seguir recibiendo información que responde a intereses determinados? ¿Y como puede ser que junto a la mesa donde se toman las decisiones que determinan nuestro destino se encuentran solo hombres, como en la pintura?
Las mujeres contribuirían con voces diferentes a la mesa del debate.  Voces que representarían la realidad mirada no sólo desde la boca del cañón, sino desde una perspectiva más amplia que ve el sufrimiento y los daños económicos, sociales y psicológicos que provocan las guerras a la sociedad israelí. Las mujeres verían y escucharían el grito de los ciudadanos que en el cuadro se encuentran tras las rejas y también el sufrimiento de aquellos que arden en el fondo.
Cuando las mujeres participen en el proceso de decidir, crecerá la posibilidad de reconciliación y de diálogo entre nosotros y nuestros vecinos. No se trata de una hipótesis, es un hecho comprobado basado en una serie de investigaciones realizadas por diferentes movimientos  pacifistas en el mundo: la contribución de las mujeres fue crítica para la finalización de conflictos en lugares donde hombres solos habían fallado. Por esta razón, ya en el año 2000 la Asamblea de Seguridad de las Naciones Unidas proclamó  la resolución 1325, que reconoce la importancia del rol de las mujeres en la prevención y la solución de conflictos. Israel asimiló este principio en la legislación de  Ley de igualdad de derechos de las mujeres, pero esta ley aún no ha sido puesta en práctica.

La guerra Margen protector demostró nuevamente la discriminación femenina en los procesos de toma de decisiones. Una gran parte de las mujeres israelíes no está dispuesta a seguir conformándose solo con el rol materno y el de cuidado de los niños. Las mujeres exigimos tomar un papel activo en las decisiones que conciernen a nuestras vidas y a las vidas de nuestros hijos. Las elecciones que se acercan demuestran que mujeres de todas las corrientes son conscientes de su responsabilidad y están dispuestas a generar un cambio y a crear nuevas esperanzas.