domingo, 12 de abril de 2015

Último momento: se perdió el signo de interrogación

Durante la época anterior a las últimas elecciones en Israel y también luego, durante los días que pasó paseando por la Argentina, la vieja estudiosa se percató de un fenómeno gramatical que influye dramáticamente en la vida de la gente en ambos países: la desaparición del signo de interrogación.

Las frases aseverativas - que son frases que enfatizan categóricamente su condición de afirmativas - y las frases negativas llenan prácticamente el espacio escrito y  auditivo en los dos países. ¡Por supuesto las aseverativas y las negativas incluyen también a las frases exclamativas! ¡Y mucho! El que necesite ejemplos, está invitado a abrir un diario, cualquier diario – el "que miente" o el "que solo refleja la verdad", en la Argentina; el que declara que el primer ministro es "el líder que necesita este pueblo" o el que escribe que el primer ministro es "una catástrofe para este pueblo", en Israel. 

Hasta hace unos años, los adolescentes en ambos países finalizaban sus frases, al hablar, con un signo de pregunta. Podías saber la  edad de una persona por la entonación interrogativa de sus frases, aunque sólo te estuvieran indicando una dirección en la calle. Hoy, incluso esa cantinela interrogativa adolescente ha desaparecido. Pero en su lugar, muchos adultos hablan como adolescentes – en blanco y negro, sin tonalidades intermedias y creyéndose únicos dueños de una única verdad.

El signo de interrogación es doble sólo en español: abre y cierra una frase indicando que se trata de una pregunta. En otros idiomas basta con colocarlo al final. Cuando preguntamos, buscamos obtener una información o aclarar una duda o elegir una alternativa.  A veces la pregunta es "retórica" -  refuerza el propio punto de vista mediante el diálogo con un interlocutor, dando por hecho que éste tiene el mismo parecer y sin esperar realmente una respuesta. En realidad las preguntas retóricas no buscan nueva información, ni siquiera intentan enriquecer o ampliar la información que ya se posee, sino que vuelven una y otra vez sobre las mismas ideas o mensajes. Son las que más les gustan a los políticos y a la gente que cree que existe una sola verdad y que ellos la poseen. 


 La palabra verdad se usa generalmente para designar al acuerdo entre una afirmación y los hechos o la realidad a la que dicha afirmación se refiere.  Y la realidad, como se sabe, depende de los ojos del que la ve, siempre y cuando la quiera o la pueda ver...

A esta vieja estudiosa, un poco por vieja y mucho más por estudiosa, le da mucha pena la escasez o la carencia de dudas y de pensamiento crítico con el que se encuentra a cada paso. Países  divididos por muros de intolerancia, en los que la gente del otro lado es siempre la  culpable de todos los males de la tierra y  solamente los de este lado saben lo que se debe hacer para mejorar la realidad y al final lo que generalmente hacen si son políticos  es buscar una empresa publicitaria que proponga un lema o un mensaje más directo, menos complicado, que no genere preguntas y si no lo son, se aprenden de memoria ese mismo lema o mensaje y lo repiten hasta el cansancio. La directora de una de esas empresas publicitarias en Israel, no solo no tiene dudas acerca de nada sino que "educa" a la gente en forma explicita para que no se le ocurra cuestionar nada. Ella misma  aparece en todas sus propagandas y termina siempre su discurso diciendo "se los digo yo, ne-ku da". Es decir, punto final. No hay lo que agregar y menos si se trata de una frase con signo de pregunta. A muchos escuche decir, especialmente en la Argentina al preguntarles sobre las fuentes de su informacion: "lo lei en el Internet" y creen que ese es un certificado de credibilidad. No tengo lo que agregar. Ne-ku-da. 
  
Volvemos a la interrogación y no por casualidad. Ayer fue el último día de la festividad de Pesaj, la Pascua judía. Esta festividad comienza con el seder, una reunión familiar alrededor de la mesa festiva en la que en forma ordenada (la palabra seder significa orden en hebreo) se comen determinados manjares típicos y se lee la Hagadá, la narración acerca de la libertad.  La palabra Hagadá viene del verbo lehaguid - decir. "Ve higadeta le binjá" – "le dirás a tu hijo" es la frase más importante de la Hagadá. ¿Y cómo le transmitirás a la nueva generación tu propia masoret, tu historia y tu tradición  para que la conviertan a su  vez en su propia historia y tradición, se sientan pertenecientes a su grupo y se sientan seguros de su identidad? Le enseñarás a preguntar.  El seder comienza con el Ma nishtaná - cuatro preguntas que formula el niño más pequeño de la familia, preguntas que nunca se responden directamente. Preguntar es un signo de libertad, prueba de que podemos libremente investigar, analizar, satisfacer nuestra curiosidad intelectual. El Talmud de Jerusalén enseña que habiendo sido esclavos somos sensibles y reacios a caer en el error de esclavizar a otros. Ningún hombre podrá gozar de su propia libertad mientras oprima a otro ser humano. Más aun, nadie podrá ser enteramente libre mientras existan oprimidos en el mundo. De la Mishná (Pirkei Avot 2:15-16) aprendemos que "No estás obligado a completar la tarea, pero tampoco eres libre de desistir de ella". Eres libre, pero eres también responsable por la libertad de tu prójimo.


Otro texto que trata la cuestión de la formulación de preguntas en la Hagadá es el que describe a los
cuatro hijos – Arbaat habanim – que formulan sus preguntas de diferentes modos. "El sabio", "el perverso", "el ingenuo" y "el que no sabe preguntar". El sabio se interesa por todo, exige respuestas detalladas sobre cada una de las tradiciones de la fiesta. El perverso es rebelde, cuestiona cada una de las respuestas y se rebela ante la tradición. El ingenuo es solo capaz de interrogar sobre las cuestiones
más simples y el que no sabe preguntar, no tiene idea de lo que sucede o todavía no cuenta con un idioma que le permita formular preguntas. Son muchas las interpretaciones que se pueden dar a este texto – puede que los cuatro hijos representen distintas características de la personalidad de un mismo individuo (sabiduría, rebelión, simpleza y silencio) o que se trate de cuatro etapas de la vida – el bebé que no tiene lenguaje para preguntar, a medida que crece y se convierte en un niño interroga acerca de todo. En la adolescencia pregunta y se rebela para confirmar su identidad  y siendo adulto, la experiencia le da el saber que lo conduce a la plenitud. O puede  que simbolicen cuatro generaciones:  la primera sigue los preceptos del padre, la segunda se rebela contra ellos, la tercera se somete sin comprender y la cuarta ni siquiera sabe que no los conoce.

"Bejol dor vador jaiav haadam lir'ot et atzmó keilu iatzá mi-Mitzraim" – "en cada generación debe el hombre considerarse como si él mismo hubiese salido de Egipto". Rememoramos el Éxodo en su sentido histórico, pero hay una exigencia más: la de reflexionar e indagar acerca de cuál es nuestro propio Egipto, cuál es la liberación de la que debo participar en mi ámbito, en mi época. ¿Qué significa para mi generación, ahora y acá, pasar de la esclavitud a la libertad?¿Qué les decimos a nuestros propios hijos cuando les narramos el relato de la Hagadá acerca de "los cuatro hijos"? Les decimos: -No seas como el ingenuo que ignora los dramas de su mundo. No seas como el perverso, que los conoce, pero no hace nada para modificarlos. Intenta llegar a sabio, y procura emplear tu sabiduría en servicio de los demás.
Y para los que se olvidaron del valor de la pregunta, aquí van algunos ejemplos de preguntas que siguen resonando en el alma de la gente a pesar que los que las formularon ya hace mucho que no estan.
"¿Quién es sabio? Aquel que aprende de cada persona (Pirkei Avot 4:1)" 
 "Ser o no Ser?" Shakespeare
 "¿Qué es poesía? – dices, mientras clavas en mi pupila tu pupila azul.
¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas? Poesía...eres tú"
Bécquer



  

2 comentarios:

  1. Hola Zule aca leyendo en el largo viaje del colectivo 92 hacia el taller de fotografia Llevo en mi cuaderno varias preguntas para mi joven profe Hoy el trayecto se me hizo mas corto...

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  2. Hola Zule aca leyendo en el largo viaje del colectivo 92 hacia el taller de fotografia Llevo en mi cuaderno varias preguntas para mi joven profe Hoy el trayecto se me hizo mas corto...

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